martes, 9 de septiembre de 2008

La Moral y las Apariencias


Música recomendada para escuchar mientras se lee este post: "Prohibido" de Callejeros.-
Estaba hablando con una amiga bloggera (Tati) y me vino a la mente un cuento que escribí hace un tiempo, "La Moral y las Apariencias". Así que decidí compartirlo, espero que les guste y como siempre, muchas gracias por pasar a visitar el Viejo Carromato.
La Moral y Las Apariencias
Cierto día la gente despertó con un único pensamiento, una misma idea, un mismo sentir. Y no me refiero solo a la gente de aquél lugar, no, me refiero a toda la gente, a la población completa del mundo íntegro.
Cada uno había soñado lo mismo, y su instinto les indicaba exactamente una señal: todos iban a morir. Los diarios, la televisión y la radio no hablaban de otra cosa y el caos sólo reinó por un par de horas. Cuando hasta el último optimista estuvo convencido, el verdadero rey tomó el poder: el sexo. Por las calles podía verse gente desnuda sin ningún tipo de pudor, los ejecutivos penetrando fervientemente a sus secretarias, las primas y tías cometiendo incestuosos encuentros con sus sobrinos adolescentes y sus ahijados en plena pubertad, las cuentas pendientes, las fantasías salvajes se veían realizadas. Tríos, orgías, violaciones eran moneda común en todo el mundo, donde no se distinguía género, raza, edad o religión alguna. Todo era calor, erotismo, pornografía pura y barata al alcance de cualquiera. Los escasos puristas y conservadores que quedaban rezagados se suicidaban sin remordimiento alguno, convencidos de estar en viaje hacia una vida mejor.
El joven caminaba ligero, pasó junto a una ex compañera de clase que era poseída por cinco obreros de la construccion entre polvo, barro y ladrillos rotos. Los gemidos, gritos y obscenidades rebotaban y viajaban por el aire, la brisa era densa, cargada de olor a sudor y a dulces delicias femeninas.
Llegó a la puerta, la abrió sin pedir permiso, le arrancó la ropa y alli mismo la hizo suya. Le gritó en la cara lo puta que era y tirándole fuerte del pelo logró hacerla acabar una y mil veces.
El día también acabó, y el siguiente tomó su lugar.
En las alturas, en alguna dimensión inalcanzable, desconocida, los Dioses reían. Todos, menos uno que permanecía sentado y con el ceño fruncido, se abrazaban y palmeaban entre carcajadas. Uno de ellos, el de las mejillas mas sonrojadas, se acercó al gruñón para decirle: "una apuesta la pierde cualquiera, te dije que si los asustabamos un poco todos reaccionarían igual y terminarían haciendo exactamente lo mismo"

jueves, 4 de septiembre de 2008

Nadie nació sabiendo



Música recomendada para escuchar mientras se lee este post: "Little Know It All" de Iggy Pop & Sum 41





Me rechina muchísimo la gente que cree que se las sabe todas, que no precisan ayuda y/o que además los demás somos todos idiotas.
Pat Metheny (uno de los mejores guitarristas del mundo), recién pudo tocar la guitarra a los 14 años, y no creo que en el primer momento que tuvo el instrumento en su mano haya intentado tocar una pieza de Paco de Lucía o de Carlos Santana, debe haber empezado por el principio.
Sin embargo hay gente que pretende soplar y hacer botella, agarrar un instrumento X y darle uso como si no existieran ejercicios, lectura musical, ensayo y error, fortalecimiento de los dedos, agudizamiento del oído, etc.
Eso nos transforma a los que estudiamos y practicamos en un montón de imbéciles que perdemos el tiempo en estupideces como repetir una y otra vez ejercicios de digitación, reefs fáciles de canciones conocidas o simplemente escalas de aprendizaje.
Por favor, alguien que le avise, que nadie nació sabiendo...